LECTURAS EMANCIPADORAS
Exaltar la dimensión emancipadora de la lectura implica destacar que el acto de leer, en tanto acto privado, es casi imposible de prohibir, por eso nos libera. Michèle Petit 1 señala que la lectura permite elaborar o mantener un espacio propio, íntimo. La lectura interviene en la conquista o reconquista de nuestra posición de sujeto, tiene algo del orden de un trabajo psíquico que nos vincula con aquello que nos constituye. La lectura sostiene incluso procesos de emancipación, de reparación de niños, jóvenes o adultos en situaciones extremas.La dimensión emancipadora de la lectura excede al texto que es leído, está más allá de él. En la adolescencia la lectura puede ser una fuerza secreta, un medio tanto para elaborar la subjetividad como para acceder al conocimiento. Para los jóvenes lo que está en juego en la lectura puede, incluso, resultar vital: los libros se ofrecen a ellos con palabras que los liberan, que les permiten acceder a la ensoñación y en definitiva que les permiten construirse a sí mismos.La libertad del lector le permite apropiarse de los textos, cambiarles el sentido, interpretarlos a su manera. Nunca será posible controlar la forma en que se leerá o interpretará un texto, porque el discurso no puede controlar totalmente al discurso, y todo texto lleva consigo posibilidades de significación que escaparán siempre a cualquier control.
Lic. Susana H. García
Michèle Petit - Antropóloga francesa
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1 comentario:
Dicen que de alguna forma se empieza, y aquí estamos.
Somos un grupo de jóvenes que promovemos el intercambio cultural a través del arte y del conocimiento compartido.
Trabajamos por un espacio de encuentro, expresión y participación.
Gracias por el espacio.
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